Por primera vez en once años, el índice de precios mayoristas registró un resultado negativo. En abril, el indicador reportó una baja del 1,3% por el efecto cuarentena, donde muchos comercios permanecieron cerrados y por eso no marcaron incrementos, mientras unos pocos rubros registraron bajas.

A su vez, la dificultad de medición que también se observó en la inflación minorista fue otro de los elementos que condicionan esta cifra y la tornan poco consistente para que sea tomada como una referencia de la situación actual.

Se trata de la primera deflación desde el año 2009 y la más importante desde noviembre 2004. Cabe recordar que durante la convertibilidad era una característica que se reiteró en numerosas oportunidades, sobre todo en los años recesivos, pero posteriormente el alza en el nivel general de precios desatado a partir de la devaluación del 2002 lo convirtieron en una rareza.

De hecho, en esta oportunidad, casi la totalidad de la merma se explica por el derrumbe de precios del sector petrolero que se vincula a un escenario internacional de valores mínimos históricos.

Para el Indec, la inflación de abril fue de 1,5%

Dentro de los productos primarios, el petróleo crudo y el gas cayó un 27,8% y compensó las subas de productos agropecuarios (5,4%), productos pesqueros (6,2%) y minerales no metalíferos (2,2%).

En tanto, entre los productos manufacturados, los refinados de petróleo también fueron los únicos que manifestaron una contracción al caer un 3,2%. Los otros 20 sectores tuvieron alzas que llegaron al 4,9% en muebles, 4,4% en tabaco y 3,8% en cuero, marroquinería y calzado.

Lógicamente, por su fuerte dependencia al gas, la generación eléctrica cayó un 0,2% y los productos importados subieron un 3%, un nivel que se muestra en línea a la devaluación mensual del tipo de cambio oficial.

De esta manera, los precios mayoristas acumulan un alza del 2,3% en los primeros cuatro meses del año y del 43,2% en términos interanuales.